Atrévete a cambiar. Desafíate. No temas los retos. Insiste una, y otra, y otra vez. Recuerda que sin fe, se puede perder una batalla que ya parecía ganada. No te des por vencido. Acuérdate de saber siempre lo que quieres. Y empieza de nuevo. El secreto está en no tener miedo de equivocarnos. Y de saber que es necesario ser humilde para aprender. Ten paciencia para encontrar el momento exacto y congratulate con tus logros. Y si esto no fuera suficiente, analiza las causas, e inténtalo con más fuerza. El mundo está en manos de aquellos que tienen el coraje de soñar y de correr el riesgo de vivir sus sueños.