Quédate viendo películas hasta bien adentrada la madrugada. Come tu helado de chocolate y acábatelo de una tajada. Habla por teléfono durante horas pero luego olvídate de qué hablaste. Conoce a gente, a mucha gente. Y luego no recuerdes sus nombres.
Toma decisiones y después haz todo lo contrario. Besa muchos chicos, jamás sabrás lo que podrás sentir en cada beso. Súbete a unos preciosos tacones y baila toda la noche. Ríete alto cuando la situación lo permita. Y cuando no. Canta bajo la lluvia “como una apisonadora arrasas con todo lo que ves”. Llora tres veces al mes, es necesario descargar desilusiones cada cierto tiempo. No tengas miedo a nada, eso es de cobardes.
Pierde alguna vez y siente lo que es el dolor. Pero no te olvides de hacer daño tú también. Desobedece de vez en cuando, las reglas están para saltárselas. Toma responsabilidades y que vean de lo que eres capaz. Ponte metas y supéralas. Cuídate y cuida a los que te acompañan. Vive cada emoción al detalle. Cámbiate de ropa las veces que quieras hasta que te sientas verdaderamente preciosa. Odia. Ama. Nunca viene mal sentir las dos cosas.
No pienses en el pasado. Tampoco en el futuro. Solo en el presente de ayer, de hoy y de mañana. Sueña deseos imposibles, sabes que en esta vida todo es posible. Y experimenta cada una de las sensaciones de vivir, que no se te escape ninguna.